Es nuestro gran sistema territorial y cultural. Lo integramos más de treinta pueblos indígenas que provenimos de las familias lingüísticas Tukano Oriental, Arawak y Maku-Puinave. Alcanza una extensión de ocho millones de hectáreas, que abarca el oriente amazónico colombiano y se interna más allá de la frontera con Brasil. Nuestro sistema equivale al 16,5% de toda la Amazonía colombiana.
Para garantizar la estabilidad del Macroterritorio, cada pueblo asume responsabilidades, especialidades rituales y prácticas de manejo socioambiental que son complementarias e interdependientes. Nuestros pueblos comparten un acervo de conocimientos fundamentado en la tradición de Yuruparí, que es el uso de instrumentos sagrados en función de una sabiduría holística enfocada en el cuidado y reproducción de la vida.
Las prácticas culturales que llevamos a cabo mediante rituales buscan mantener el equilibrio ambiental, social y espiritual de este gran sistema. Cada práctica viene ordenada en nuestros calendarios ecológicos culturales, según las interacciones que ocurren en los cambios de los ciclos de la naturaleza. Con estas prácticas renovamos el vínculo con nuestras historias de origen y con el conjunto de lugares sagrados que componen nuestra geografía. Estos lugares son nodos de energía vital interconectados, que nuestros chamanes o sabedores tradicionales transitan en pensamiento para la curación periódica del mundo.
Los modelos de organización social y parentesco, y las normas de relaciones entre nuestros pueblos están basadas en la cooperación mutua y en acciones complementarias para provecho de los territorios. Así como cada pueblo tiene una especialidad en el manejo territorial, cada persona tiene una formación específica. Del cumplimiento de cada una en particular y de todas ellas en general se deriva la salud individual, colectiva y territorial.
Ejemplo de esto es la división del trabajo según los conocimientos basados en el género. Las mujeres poseen el conocimiento de la horticultura y son dueñas de las semillas. Y más importante: manejan de manera exclusiva todo lo relacionado con los ciclos reproductivos y los cuidados relativos a la sangre menstrual y a la del parto; ambas consideradas como contenedoras del pensamiento del grupo, pensamiento corporeizado. Los hombres, por su parte, son dueños del tabaco, la coca y el yajé. Manejan la palabra y el pensamiento del grupo.
Jaguares de Yuruparí
30
Pueblos
Indígenas
3
Familias
LINGUÍSTICAS
8.000.000
DE HECTÁREAS
Nuestras historias de origen narran los recorridos que nuestros ancestros siguieron desde la desembocadura del río Amazonas en el océano Atlántico, punto conocido como Puerta de las Aguas, hasta el lugar en el que se asentaron definitivamente dentro del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí.
La última etapa de estos trayectos comienza en el raudal sagrado Yuisi, que es en el río Apaporis cerca de su desembocadura en el río Caquetá-Japurá. Yuisi es considerado el lugar de origen de todos los pueblos de este Macroterritorio. Desde allí se extiende río arriba en un orden de territorialidades y especialidades culturales tejido de manera cuidadosa.
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Planes de vida
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“Todos nuestros saberes no son de nosotros.
El saber tradicional no es de los tradicionales;
el saber de los bailes y de los cantos no es de los cantores.
Los saberes son sistemas de conocimiento vivos
que pertenecen a quienes crearon todo lo que existe en el territorio.
Ellos nos los entregaron para cuidar la vida;
por lo tanto, los sistemas de conocimientos tradicionales
pertenecen a todos los seres de la Naturaleza.”
Benito Letuama (qepd)
Sabedor Tradicional
“Todos nuestros saberes no son de nosotros.
El saber tradicional no es de los tradicionales;
el saber de los bailes y de los cantos no es de los cantores.
Los saberes son sistemas de conocimiento vivos
que pertenecen a quienes crearon todo lo que existe en el territorio.
Ellos nos los entregaron para cuidar la vida;
por lo tanto, los sistemas de conocimientos tradicionales
pertenecen a todos los seres de la Naturaleza.”
Benito Letuama (qepd)
Sabedor Tradicional
LAS MALOCAS
Dentro de esta gran maloca se encuentran los lugares sagrados de gran importancia en el modelo biocultural de manejo territorial. Estos lugares cumplen la función de ejes, cercos, puertas, pilares o travesaños que sostienen la casa. La Maloca es el epicentro del manejo tradicional del territorio.
Desde ahí pensamos, bailamos, curamos y purificamos la vida en la Tierra.
Las Entidades Territoriales Indígenas como eje del ordenamiento polìtico-administrativo de la Amazonia oriental
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HItos en el diálogo intercultural
2018
2019 - 2021
1991
DICIEMBRE
2018
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MARZO
2021
FEBRERO
2022
MAYO
2022
2022 - 2023
MARZO
2023
2023 - 2024
2023-
2024
MARZO
2024
ABRIL
2024
MAYO
2024
JUNIO – JULIO
2024
JULIO
2024
JULIO
2024
La sentencia T-248 vuelve obligatoria la incorporación de los derechos de los Pueblos Indígenas en los estándares de los proyectos REDD+. Incluye el carácter de autoridad pública y ambiental de los Gobiernos Indígenas y el derecho a regular las iniciativas REDD+ en sus territorios de conformidad con el deber constitucional, en tanto autoridades públicas, de regular el uso y manejo del suelo.
LO QUE
SIGUE
La Instancia de Coordinación de los Gobiernos Indígenas del Macroterritorio de los Jaguares del Yuruparí es un modelo propio que procura la defensa y protección de la integridad territorial y la pervivencia cultural, así como la consolidación de la sostenibilidad financiera de los cuatro territorios indígenas que la integramos.
Es un canal que facilita la interacción directa entre territorios indígenas, Gobierno nacional y la cooperación; también facilita la movilización efectiva y responsable de recursos.
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Origen y consolidación
Un ejercicio autónomo de investigación y reconstrucción de nuestro conocimiento nos ha permitido dilucidar los principios estructurales que subyacen a la unidad cultural en el Macroterritorio. Dichos principios fundamentaron el desarrollo de instrumentos de política territorial para el manejo ambiental, el ordenamiento y la organización social. También han sido la base de una estrategia que procura la salvaguardia cultural y la protección del Macroterritorio, coordinada por cuatro territorios indígenas que tienen afinidad cultural, ecosistémica y política, situados en inmediaciones de los ríos Mirití, Apaporis, Pirá y Tiquié, en pleno corazón geográfico del Macroterritorio.
Esta estrategia condujo a lo que hemos denominado «Instancia de Coordinación de los Gobiernos Indígenas del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí», cuya forma de trabajo es concretar los objetivos comunes de los Gobiernos Indígenas de estos cuatro territorios. A saber:
• Fortalecer y posicionar los sistemas de conocimiento como elemento central para garantizar nuestra pervivencia física y cultural, así como la integridad territorial.
• Promover y visibilizar los sistemas propios de gobierno, de ordenamiento territorial y la afinidad cultural en el relacionamiento con el resto del Estado y la sociedad.
• Implementar estrategias y acciones orientadas desde los Gobiernos Indígenas con el fin de que el resto del Estado reconozca, garantice, respete, proteja, valore y promueva nuestros sistemas de conocimiento y nuestra manera de manejar y gobernar el territorio para la integridad de la Amazonía.
• Facilitar e impulsar la consolidación de los Territorios Indígenas del Macroterritorio como Entidades Territoriales y su lugar institucional en el contexto local, nacional, regional y global.
• Impulsar la formalización de las Entidades Territoriales Indígenas, apoyar la implementación de la política territorial contenida en los Planes de Vida y promover la sostenibilidad financiera.
• Gestionar estrategias y mecanismos para fortalecer la implementación de los programas y procesos de los Territorios de acuerdo con los Planes de Vida.
• Promover estrategias y acuerdos para incidir en las políticas locales, nacionales, regionales e internacionales desde una acción conjunta.
• Fortalecer la gobernabilidad indígena del Macroterritorio a través de procesos de coordinación y cooperación con otros gobiernos indígenas, con otras instancias del Estado y otros actores tales como organismos internacionales.
• Contribuir al proceso de fortalecimiento político, cultural e institucional de los Gobiernos Indígenas del Macroterritorio.
• Promover y facilitar el ejercicio, la protección y la efectividad de los derechos políticos, sociales, económicos, culturales y territoriales de los pueblos y comunidades indígenas del Macroterritorio como instancia de coordinación.
La Instancia de Coordinación fue formalizada en marzo de 2024, en su primera sesión, luego de nueve encuentros macroterritoriales realizados desde 2017 con el acompañamiento de la Fundación Gaia Amazonas.
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Organigrama
La Instancia de Coordinación de los Gobiernos Indígenas del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí se constituye como un gran acuerdo político y cultural entre las Entidades Territoriales Indígenas de Mirití Paraná, Yaigojé Apaporis, Pirá Paraná y Río Tiquié, en calidad de autoridades públicas, para su gestión y coordinación político-administrativa, la incidencia conjunta en pos del fortalecimiento de la integridad cultural y territorial y la protección de la vida, así como la materialización de los objetivos comunes fundamentados en los planes de vida de cada uno de estos cuatro territorios.
Esta Instancia opera a partir de mandatos, principios y lineamientos determinados por los Consejos Indígenas, organismos de gobierno de las Entidades Territoriales Indígenas. Estos han facultado a la Instancia de Coordinación para crear instituciones o formas de representación con el fin de implementar acciones relacionadas con su objeto y razón de ser. Por esta razón, la Instancia cuenta con un Esquema Asociativo Territorial y una Unidad Administrativa.
El Esquema Asociativo de Territorios Indígenas es una figura jurídica de derecho público de carácter especial, que le permite a la Instancia suscribir y ejecutar programas, proyectos, convenios y contratos con entidades públicas y privadas del orden territorial, nacional, regional y global. La representación legal del Esquema se la turnan los cuatro representantes legales de las entidades territoriales que lo conforman.
El Esquema Asociativo de Territorios Indígenas dispone de un Sistema de Información para la Gestión Territorial Indígena (SIGETI). Este sistema nace como una respuesta a la necesidad de hacer seguimiento a los acuerdos culturales de manejo establecidos entre territorios y comuidades, así como de informar la toma de decisiones de las Entidades Territoriales Indígenas y ejercer soberanìa sobre la informaciòn de las mismas. A su vez, su arquitectura es fruto del diálogo intecultural entre sistemas de conocimiento.
Por su parte, la Unidad Administrativa, en tanto instrumento de apoyo a la gestión, pone en marcha las decisiones de la Instancia de Coordinación. Está sustentada por nuestra Estrategia Diversificada de Sostenibilidad Financiera, de acuerdo con los lineamientos de nuestros planes de vida. Y está dotada con políticas operacionales para la programación, ejecución, monitoreo, reporte y rendición de cuentas que satisfacen estándares de gestión administrativa y financiera.
Contribuciones del Macroterritorio al Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal y su expresión en el Plan Nacional de Acción en Biodiversidad
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En sus ocho millones de hectáreas, el Macroterritorio conecta áreas pertenecientes a las dos mayores cuencas hidrográficas del Amazonas: el Caquetá-Japurá y el Vaupés o Río Negro. Esta conectividad comprende selvas de transición entre la Guyana y la Amazonía propiamente dichas. Esto es clave para la migración de peces desde el oceáno Atlántico, como los grandes bagres. Por su heterogeneidad de ecosistemas, es hábitat para especies de sabana, de serranías, de cananguchales y de selvas inundables. Esto posibilita la presencia de especies de rangos amplios de distribución y crea condiciones favorables para que aves migratorias —acuáticas o playeras y rapaces— usen esta región como estación de descanso en su viaje.
En general, las especies de alta movilidad que habitan en ecosistemas principalmente terrestres de la Amazonía, aunque también parcial o temporalmente inundables, se caracterizan porque son animales más grandes que sus parientes y se encuentran en las partes más altas de las cadenas alimenticias. También se caracterizan porque, por su tamaño y composición en grupos, requieren de amplias áreas para alimentarse según la temporada. Entre los animales de más amplia movilidad que hay en el Macroterritorio están los felinos como el jaguar y los tigrillos; monos como los churucos, el mono araña y los maiceros; aves como el águila arpía y varias clases de chulos. Entre los terrestres de menor tamaño está el cerdo de monte o zaino. La mayoría de ellos, según las listas de UICN, se encuentran en alguna clase de peligro.
Los ejercicios de autoridad, que expresamos en el ordenamiento territorial y manejo ambiental, están articulados con la gestión de las áreas protegidas circunvecinas en las cuales ya se han hecho acuerdos de coordinación y/o colindancia. Lo que consolida un corredor de conectividad biocultural de 6,6 millones de hectáreas.
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El manejo hace referencia a las diferentes acciones, restricciones y prácticas con las cuales procuramos respetar, cumplir, alcanzar un orden o restablecer el equilibrio del territorio. Su finalidad es garantizar la administración del territorio y sus recursos.
El manejo es una responsabilidad de nuestros sabedores tradicionales. Implica la negociación e intercambio constantes con los dueños espirituales del territorio y de las épocas referidas en el calendario cultural ecológico. Está, principalmente, en el conocimiento de las historias de origen y es una función central de la gestión ambiental del territorio.
Mirití y Tiquié
Nuestro carácter de autoridad pública y ambiental ha sido reconocido en la Constitución Política de 1991 y en los desarrollos jurisprudenciales de la Corte Constitucional.
Los cuatro territorios tenemos, además, unas estrategias de monitoreo en desarrollo. De manera que el ejercicio de autoridad ambiental no se puede entender solo hacia afuera, sino que debe entenderse también como ese vínculo práctico o material entre nuestros sistemas de conocimiento y la manera como hoy en día garantizamos la integridad de esos ecosistemas.
En los últimos años, en nuestros Territorios Indígenas hemos hecho esfuerzos de monitoreo biocultural basados en nuestra noción de «buen vivir». En este ejercicio, hombres y mujeres se han reunido para observar y reflexionar sobre los temas de interés acerca del bienestar de las comunidades y el entorno.
Además de servir como un mecanismo de seguimiento, este monitoreo se configura como una herramienta de defensa y protección territorial, fundamentada en nuestros propios sistemas de conocimiento. Reconoce la importancia de las voces y valores indígenas en la gobernanza y el manejo del territorio, y busca em poderar y fortalecer el derecho a la autodeterminación, así como potenciar las capacidades para el diálogo intercultural.
En cada uno de nuestros territorios hemos abordado temas que consideramos de interés y prioridad, hemos formulado preguntas guía para su análisis y hemos diseñado herramientas para recopilar y evaluar la información obtenida. Hasta ahora, uno de los temas que nos ha generado mayor interés es la relevancia de los Sistemas Alimentarios Propios. Estos sistemas abarcan el buen manejo de todo lo que nos rodea: las chagras, sitios sagrados, ríos, selvas, animales y seres espirituales, los cuales dependen del mantenimiento de la energía vital que circula en el entorno.
Un ejemplo de esta dinámica es el monitoreo de las chagras y el de los sitios silvestres de recolección. En estos espacios, las acciones de recolección y análisis de información han propiciado reflexiones sobre los acuerdos de uso y manejo relacionados con los alimentos y los recursos.
Monitoreo para el seguimiento de los acuerdos de uso y manejo de los sitios silvestres de recolección
¿Qué se monitorea?
– El estado ambiental del Sistema de Sitios Sagrados, que tienen prohibición total de uso.
– El respeto a las normas del Sistema de Sitios Sagrados de Reproducción de Peces que tienen restricción total de uso.
– El cumplimiento de las reglas de uso y manejo de los lugares donde se realizan actividades de cacería y pesca.
– El cumplimiento de los acuerdos de manejo de las subiendas de peces.
– Las reglas de uso y manejo de los lugares de recolección de alimentos y materias primas del bosque.
– La realización de las curaciones y prevenciones necesarias para cada época por parte de los tradicionales.
– El cumplimiento de los procedimientos culturales para la captura, recolección y consumo de los alimentos silvestres.
Monitoreo para el seguimiento de los acuerdos para el buen manejo de las chagras
¿Qué se monitorea?
– Los acuerdos culturales de manejo de la chagra, es decir, las medidas y compromisos en relación con las curaciones y prevenciones necesarias para cada fase del sistema de chagra.
– Disponibilidad de alimento suficiente: para la familia, para aportar a actividades comunitarias y para vender.
– Disponibilidad de suelos de acuerdo al tipo de suelos donde están ubicadas las chagras de rastrojo y de monte firme.
– Distancia de la casa a las chagras.
– Semillas principales de yuca y tipos de cultivo en chagra de rastrojo y de monte firme; duración de los cultivos en rastrojo y monte firme.
– Afectaciones por animales en la chagra de rastrojo y de monte firme.
– Afectaciones por cambio climático: verano suficiente para quemar, invierno, inundaciones que afectan los cultivos.
– Trabajo colaborativo y transmisión del conocimiento: quiénes participan en las distintas fases de la chagra, qué es importante que las y los hijos y nietas aprendan del trabajo de la chagra; cómo solucionan si no cuentan con trabajo colaborativo.
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Nosotros, los Gobiernos Indígenas del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí,
hacemos un firme llamado a:
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Los pueblos y Gobiernos Indígenas, tanto a nivel nacional como internacional, para que unamos nuestras fuerzas en la defensa y promoción de nuestros sistemas de conocimiento como eje de la gestión integral de los territorios para hacer frente a la pérdida de biodiversidad y a la alteración de los sistemas de soporte de la vida. E invitamos a otros Pueblos Indígenas de la cuenca amazónica a tejer y articular acciones que propendan a la curación y manejo del mundo, desde los conocimientos propios de cada pueblo, de modo que la complementariedad entre ellos sea la base de la conectividad que procura la salud del territorio en su integridad.
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Al gobierno nacional a avanzar -con un sentido de progresividad y en un marco de pluralismo y diversidad- en la formalización de las Entidades Territoriales Indígenas y en la adecuación de las instituciones y de los marcos de política pública para hacer efectivo el ejercicio de la autonomía política, administrativa y financiera, y su participación en la conducción de los asuntos de interés general. A garantizar las transferencias requeridas para la sostenibilidad fiscal de las Entidades Territoriales Indígenas y la efectiva implementación de las políticas territoriales y las estrategias definidas en nuestros Planes de Vida para garantizar la pervivencia de los sistemas de conocimiento, la integridad de los territorios y la conectividad sociocultural y ecosistémica a escala regional. A reconocer plenamente la Instancia de Coordinación del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí como espacio político de diálogo intercultural y coordinación directa con los Gobiernos Indígenas que la integran.
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A los organismos de cooperación internacional, organizaciones de la sociedad civil y sociedad en general a reconocer e impulsar los sistemas de conocimiento de nuestros pueblos, en tanto soporte de los sistemas de vida en el planeta. A materializar y profundizar las condiciones para la implementación efectiva del Marco Global de Biodiversidad y, en particular, aquellas relativas a la manera de abordar la contribución y los derechos de los pueblos indígenas. A conocer y acoger una estrategia innovadora de gestión y trazabilidad de los recursos financieros que respalda la consolidación del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí y aporta alternativas a las discusiones sobre la financiación directa a pueblos indígenas para la protección de la biodiversidad a 2030. A contribuir con la responsabilidad colectiva que implica el cuidado de la vida en su diversidad.