Es nuestro gran sistema territorial y cultural. Lo integramos más de treinta pueblos indígenas que provenimos de las familias lingüísticas Tukano Oriental, Arawak y Maku-Puinave. Alcanza una extensión de ocho millones de hectáreas, que abarca el oriente amazónico colombiano y se interna más allá de la frontera con Brasil. Nuestro sistema equivale al 16,5% de toda la Amazonía colombiana. 

Para garantizar la estabilidad del Macroterritorio, cada pueblo asume responsabilidades, especialidades rituales y prácticas de manejo socioambiental que son complementarias e interdependientes. Nuestros pueblos comparten un acervo de conocimientos fundamentado en la tradición de Yuruparí, que es el uso de instrumentos sagrados en función de una sabiduría holística enfocada en el cuidado y reproducción de la vida. 

Las prácticas culturales que llevamos a cabo mediante rituales buscan mantener el equilibrio ambiental, social y espiritual de este gran sistema. Cada práctica viene ordenada en nuestros calendarios ecológicos culturales, según las interacciones que ocurren en los cambios de los ciclos de la naturaleza. Con estas prácticas renovamos el vínculo con nuestras historias de origen y con el conjunto de lugares sagrados que componen nuestra geografía. Estos lugares son nodos de energía vital interconectados, que nuestros chamanes o sabedores tradicionales transitan en pensamiento para la curación periódica del mundo.

Los modelos de organización social y parentesco, y las normas de relaciones entre nuestros pueblos están basadas en la cooperación mutua y en acciones complementarias para provecho de los territorios. Así como cada pueblo tiene una especialidad en el manejo territorial, cada persona tiene una formación específica. Del cumplimiento de cada una en particular y de todas ellas en general se deriva la salud individual, colectiva y territorial.

Ejemplo de esto es la división del trabajo según los conocimientos basados en el género. Las mujeres poseen el conocimiento de la horticultura y son dueñas de las semillas. Y más importante: manejan de manera exclusiva todo lo relacionado con los ciclos reproductivos y los cuidados relativos a la sangre menstrual y a la del parto; ambas consideradas como contenedoras del pensamiento del grupo, pensamiento corporeizado. Los hombres, por su parte, son dueños del tabaco, la coca y el yajé. Manejan la palabra y el pensamiento del grupo.

Jaguares de Yuruparí

30

Pueblos

Indígenas

3

Familias

LINGUÍSTICAS

8.000.000

DE HECTÁREAS

Nuestras historias de origen narran los recorridos que nuestros ancestros siguieron desde la desembocadura del río Amazonas en el océano Atlántico, punto conocido como Puerta de las Aguas, hasta el lugar en el que se asentaron definitivamente dentro del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí. 

La última etapa de estos trayectos comienza en el raudal sagrado Yuisi, que es en el río Apaporis cerca de su desembocadura en el río Caquetá-Japurá. Yuisi es considerado el lugar de origen de todos los pueblos de este Macroterritorio. Desde allí se extiende río arriba en un orden de territorialidades y especialidades culturales tejido de manera cuidadosa.

Los sistemas de conocimiento de los Jaguares de Yuruparí

Nuestros sistemas de conocimiento han guiado a nuestros pueblos y Gobiernos Indígenas desde el origen. Son la base de la salud e integridad de la Amazonía, y continúan reproduciéndose de manera adaptativa en favor de la vida. En ellos se encuentran los fundamentos, la visión, la agenda política y las respuestas a las preguntas que como humanidad nos hacemos sobre cómo avanzar hacia una convivencia que preserve la vida en todas sus manifestaciones.

Los pueblos y Gobiernos Indígenas hemos salvaguardado la integridad de la Amazonía colombiana. Nuestra diversidad cultural es la que ha hecho posible la diversidad de formas de vida. Nuestros sistemas de conocimiento regulan el ejercicio de gobierno y estructuran el manejo de nuestros territorios. Gracias a todo esto es que la Amazonía existe y que se constituye como uno de los principales soportes de la vida en el planeta.

Desde la misma creación del mundo se nos dejaron nuestros sistemas de conocimiento para que administremos la vida por medio de nuestras prácticas culturales milenarias. Cada una de estas prácticas responde a las diferentes especialidades de cada pueblo y gobierno indígena, y las llevamos a cabo mediante diferentes herramientas sagradas y en distintas épocas del año.

Nuestros sistemas de conocimiento son integrales y se encuentran en todos los lugares sagrados, en las personas y en los seres espirituales, en los rituales y en las prácticas cotidianas. Su propósito es preservar el Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí. Administrarlo y manejarlo responsablemente implica cumplir estrictamente las ordenanzas de nuestras historias de origen.

La expresión plena de nuestros sistemas de conocimiento está soportada en la libre determinación. Un ejercicio que involucra la materialización de los derechos a la auto-identificación y auto-reconocimiento, a la autonomía y gobierno propio, y al territorio. Así como a elegir las maneras de poner en práctica dichos derechos.

Nuestros sistemas de conocimiento, principios y fundamentos culturales, y nuestra forma de ser y vivir en el mundo se recogen en nuestros Planes de Vida. Estos expresan nuestra política territorial para procurar la sostenibilidad de la vida, nuestra pervivencia física y cultural y la integridad no sólo de nuestros territorios sino de la Amazonía como sujeto de derechos.

Planes de vida

Los Sistemas Alimentarios Propios o Sistemas Alimentarios de los Pueblos Indígenas Amazónicos, deben ser considerados Sistemas de Uso de la Biodiversidad en cuanto abarcan la integralidad de las interrelaciones (ecosistémicas, sociales y de orden espiritual) que permiten nuestro bienestar como seres humanos y el bienestar del entorno. Implican prácticas agroforestales, prácticas rituales y actividades realizadas en observancia del calendario ecológico con el fin de producir el alimento que consideramos nutritivo. Por otro lado, estos sistemas alimentarios se basan en el sistema de parentesco e intercambio matrimonial como una red compuesta por los diferentes grupos étnicos del Macroterritorio, lo cual permite el intercambio de semillas y técnicas para la producción de alimento cultivado o la preparación de recetas.

“Todos nuestros saberes no son de nosotros.
El saber tradicional no es de los tradicionales;
el saber de los bailes y de los cantos no es de los cantores.
Los saberes son sistemas de conocimiento vivos
que pertenecen a quienes crearon todo lo que existe en el territorio.

Ellos nos los entregaron para cuidar la vida;
por lo tanto, los sistemas de conocimientos tradicionales
pertenecen a todos los seres de la Naturaleza.”

Benito Letuama (qepd)
Sabedor Tradicional

“Todos nuestros saberes no son de nosotros.
El saber tradicional no es de los tradicionales;
el saber de los bailes y de los cantos no es de los cantores.
Los saberes son sistemas de conocimiento vivos
que pertenecen a quienes crearon todo lo que existe en el territorio.

Ellos nos los entregaron para cuidar la vida;
por lo tanto, los sistemas de conocimientos tradicionales
pertenecen a todos los seres de la Naturaleza.”

Benito Letuama (qepd)
Sabedor Tradicional

LAS MALOCAS

Los sabedores tradicionales explican que el Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí fue diseñado desde el origen de los tiempos siguiendo el modelo de una gran maloca o casa comunal.

Dentro de esta gran maloca se encuentran los lugares sagrados de gran importancia en el modelo biocultural de manejo territorial. Estos lugares cumplen la función de ejes, cercos, puertas, pilares o travesaños que sostienen la casa. La Maloca es el epicentro del manejo tradicional del territorio. 

Desde ahí pensamos, bailamos, curamos y purificamos la vida en la Tierra.

En lengua makuna el Sistema de Conocimientos de los Chamanes Jaguares de Yuruparí se llama «Hee Yaia Keti Oka». Es un sistema milenario vigente y de dimensión holística que se manifiesta mediante ceremonias, prácticas sociales, económicas y ecológicas. Busca el cuidado de la salud y el mantenimiento del delicado equilibrio de las relaciones entre los humanos y el resto de la naturaleza. En 2009 fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de Colombia. Y en 2011, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Su reconocimiento por parte de la totalidad de los pueblos indígenas del Macroterritorio constituye un principio de unidad social y cultural.

Las Entidades Territoriales Indígenas como eje del ordenamiento polìtico-administrativo de la Amazonia oriental

Una de las principales contribuciones del Estado colombiano a la «Paz con la naturaleza» es formalizar las Entidades Territoriales Indígenas para consolidar el ordenamiento territorial de la Amazonía oriental colombiana.

Las Entidades Territoriales Indígenas ubicadas en los departamentos de Amazonas, Vaupés y Guainía están instituidas por el Decreto Ley 632 de 2018, y son la vía propicia para la expresión plena de nuestros sistemas de conocimiento. En consecuencia, lo son para nuestra pervivencia física y cultural como pueblos indígenas y para la integridad de nuestros territorios. Este es el camino que emprendimos los territorios Mirití Paraná, Yaigojé Apaporis, Pirá Paraná y río Tiquié, en compañía de otros dieciséis territorios indígenas.

Las Entidades Territoriales Indígenas brindan un soporte claro para el ejercicio efectivo de nuestra autonomía política, administrativa y fiscal, así como para el diálogo intercultural y la coordinación con otras autoridades públicas y partes interesadas; todas ellas necesarias para procurar la sostenibilidad de la vida.

Con la formalización de las Entidades Territoriales Indígenas y el reconocimiento pleno de su lugar en el ordenamiento político y administrativo del país, el pluralismo y la diversidad cultural —encarnada en nuestros sistemas de conocimiento— son acogidos como bases de la paz, la convivencia, la sostenibilidad de la vida y la organización del Estado.

Para los pueblos indígenas que habitamos la Amazonía oriental, el territorio que nos fue entregado desde la creación por sus dueños ancestrales tiene su propio ordenamiento y unas reglas de manejo que regulan las relaciones que sostenemos entre humanos, y también con y entre los demás seres de la naturaleza. Entendido como un sistema dinámico de relaciones, nuestro territorio y los sistemas de conocimiento que regulan su manejo son —para nosotros— determinantes para el ordenamiento territorial y ambiental. Desde esta otra manera de comprender el ordenamiento, los territorios indígenas organizados como Entidades Territoriales Indígenas contribuimos a la «Paz con la naturaleza».

HItos en el diálogo intercultural

ABRIL

2018

Un Hito
El Decreto Ley 632 de 2018, fruto de la concertación entre la Mesa Regional Amazónica -MRA- y el gobierno nacional, dispone los mecanismos y procedimientos para formalizar las ETI en los departamentos de Guainía, Vaupés y Amazonas.

2019 - 2021

Registro de Consejos Indígenas
Se conforman y registran 14 Consejos Indígenas ante el Ministerio de Interior, un primer paso para su reconocimiento legal.

1991

NUESTRA CONSTITUCIÓN DEL 91
Establece que las Entidades Territoriales Indígenas hacen parte de la estructura político administrativa del Estado como los municipios, los departamentos y los distritos. Por lo tanto, pueden gestionar sus intereses de manera autónoma y gobernarse por autoridades propias de acuerdo con sus sistemas de conocimiento.

DICIEMBRE

2018

UNA DECISIÓN POLÍTICA
16 Territorios Indígenas de los departamentos de Vaupés, Guainía y Amazonas deciden emprender el camino para constituirse como Entidades Territoriales Indígenas -ETI- de acuerdo con lo dispuesto por el Decreto Ley 638 de 2018.

Consejo Indígena Mayor de Tarapacá Amazonas – CIMTAR- del Territorio Indígena de los Ríos Cotuhé y Putumayo

Consejo Indígena de Unidad, Pensamiento y Sabiduría de la Palabra de Vida para el cuidado de las Generaciones del Territorio Indígena Arica

Consejo Indígena del Territorio Indígena Bajo Río Caquetá – Amazonas

Consejo Indígena Multiétnico del Territorio Ancestral de los Ríos Atabapo e Inírida – CIMTARAI

Consejo Indígena del Territorio Indígena del Alto Río Guainía – PAYAWIAYA JIWIDAM

Consejo Indígena del Territorio Indígena Curripaco Nheengatú del Bajo Río Guainía

Consejo Indígena del Territorio Indígena del Río Tiquié

Consejo Indígena del Territorio Indígena Medio Río Guainía

Consejo Indígena del Territorio Mirití Paraná – Amazonas- CITMA

Consejo Indígena del Territorio PANI

Consejo Indígena del Río Pirá Paraná

Consejo Indígena del Territorio Indígena Unido de los Ríos Isana y Surubí

Consejo de Autoridades Tradicionales Indígenas de Tarapacá Amazonas del Territorio Indígena UITIBOC-ASOAINTAM

Consejo Indígena del Territorio Indígena Yaigojé Apaporis

MARZO

2021

La Corte Constitucional se pronuncia
La sentencia T-072 ordena al Ministerio de Interior no poner barreras administrativas y emitir los actos de registro de los Consejos Indígenas del Pirá Paraná y Medio Río Guainía, incluyendo la totalidad de las comunidades y las autoridades que los conforman. Con ello, se protege su autonomía para la conformación y el funcionamiento de sus gobiernos.

FEBRERO

2022

Consulta previa
La Sentencia C-047/22 de la Corte precisa que debe realizarse la consulta previa para la creación de municipios en los Territorios Indígenas.

MAYO

2022

I Encuentro de Territorios Indígenas
Los Consejos Indígenas de 14 territorios de la Amazonía hacen un llamado al gobierno nacional para superar los obstáculos que han impedido la formalización de las Entidades Territoriales Indígenas.

2022 - 2023

Consolidación del ordenamiento territorial
Previa a la radicación de la solicitud de puesta en funcionamiento como Entidades Territoriales Indígenas, los Territorios Indígenas que emprendieron este camino establecieron acuerdos de colindancia y manejo para definir sus respectivas jurisdicciones territoriales y refrendar las regulaciones sobre uso y ocupación de áreas de interés común. Determinantes ellos del ordenamiento territorial y ambiental en la Amazonia oriental.

MARZO

2023

La Corte Constitucional refrenda el lugar de los Territorios Indígenas en el ordenamiento de la Amazonia
La Corte Constitucional, a través de la Sentencia C-054/23, declara inconstitucionales los artículos 6 y 151 de la Ley 2200 de 2022 que habilitaba a las Gobernaciones Departamentales para administrar los territorios indígenas. Asimismo, prohíbe la municipalización “express” de los Territorios Indígenas, como el caso del municipio de Barrancominas creado en 2019.

2023 - 2024

Planes de vida
Se presentan los Planes de Vida de 12 Territorios Indígenas ante el Ministerio del Interior: Bajo Río Caquetá, Mirití Paraná, Yaigojé Apaporis, Río Tiquié, de los Ríos Atabapo e Inírida, PANI, del Alto Río Guainía, Unido de los Ríos Isana y Surubí, Arica, Bajo Río Guainía, UITIBOC y CIMTAR. Estos contienen la política territorial y el sistema de gobierno y administración para procurar la pervivencia de los sistemas de conocimiento y la integridad territorial.
OCTUBRE

2023-

JUNIO

2024

Diálogos interculturales con el Estado
Representantes de los pueblos indígenas se reúnen con el Ministerio del Interior, la Agencia Nacional de Tierras y el Ministerio de Agricultura para acordar elementos sobre la adecuación necesaria del Estado para la puesta en funcionamiento de las ETI.

MARZO

2024

Cuatro Gobiernos Indígenas se unen en un propósito común
Se presentan los Planes de Vida de 12 Territorios Indígenas ante el Ministerio del Interior: Bajo Río Caquetá, Mirití Paraná, Yaigojé Apaporis, Río Tiquié, de los Ríos Atabapo e Inírida, PANI, del Alto Río Guainía, Unido de los Ríos Isana y Surubí, Arica, Bajo Río Guainía, UITIBOC y CIMTAR. Estos contienen la política territorial y el sistema de gobierno y administración para procurar la pervivencia de los sistemas de conocimiento y la integridad territorial.

ABRIL

2024

II Encuentro de Territorios Indígenas
Los Consejos Indígenas de 13 territorios de la Amazonía se reunieron para analizar conjuntamente avances y retos en el proceso de formalización de sus ETI y establecieron las bases para abordar el diálogo intercultural con el gobierno nacional, de acuerdo con la ruta de trabajo acordada con el Ministerio del Interior en enero de 2024.

MAYO

2024

Orden de tramitar las solicitudes de puesta en funcionamiento
La Corte Constitucional, a través de la Sentencia T-180/24, le ordena a la Dirección de Asuntos Indígenas, Rom y Minorías -DAIRM- del Ministerio del Interior, tramitar con celeridad las solicitudes de puesta en funcionamiento de los Consejos Indígenas de los Territorios Indígenas Bajo Río Caquetá, Mirití Paraná y Yaigojé Apaporis.

JUNIO – JULIO 

2024

Diálogo intercultural para la delimitación de la jurisdicción territorial
La Agencia Nacional de Tierras -ANT- recogió las propuestas de delimitación de los gobiernos indígenas de Mirití, Apaporis, PANI, Bajo Río Caquetá y Tiquié para la proyección del acto administrativo que da continuidad al trámite de puesta en funcionamiento de estas Entidades Territoriales Indígenas.

JULIO

2024

Diálogos interculturales con las gobernaciones
Los gobiernos indígenas de Mirití, Apaporis, PANI y Bajo Río Caquetá por un lado, y Pirá Paraná por el otro, se reúnen con las gobernaciones de Amazonas y Vaupés respectivamente para formalizar las relaciones de coordinación y complementariedad entre entidades territoriales.

JULIO 

2024

Frente a los proyectos REDD+

La sentencia T-248 vuelve obligatoria la incorporación de los derechos de los Pueblos Indígenas en los estándares de los proyectos REDD+. Incluye el carácter de autoridad pública y ambiental de los Gobiernos Indígenas y el derecho a regular las iniciativas REDD+ en sus territorios de conformidad con el deber constitucional, en tanto autoridades públicas, de regular el uso y manejo del suelo.

LO QUE
SIGUE

Acuerdo Intercultural para la formalización de las ETI y ejercicio pleno de la autonomía política, administrativa y fiscal.

La Instancia de Coordinación de los Gobiernos Indígenas del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí

La Instancia de Coordinación de los Gobiernos Indígenas del Macroterritorio de los Jaguares del Yuruparí es un modelo propio que procura la defensa y protección de la integridad territorial y la pervivencia cultural, así como la consolidación de la sostenibilidad financiera de los cuatro territorios indígenas que la integramos.

Es un canal que facilita la interacción directa entre territorios indígenas, Gobierno nacional y la cooperación; también facilita la movilización efectiva y responsable de recursos.

Origen y consolidación

Un ejercicio autónomo de investigación y reconstrucción de nuestro conocimiento nos ha permitido dilucidar los principios estructurales que subyacen a la unidad cultural en el Macroterritorio. Dichos principios fundamentaron el desarrollo de instrumentos de política territorial para el manejo ambiental, el ordenamiento y la organización social. También han sido la base de una estrategia que procura la salvaguardia cultural y la protección del Macroterritorio, coordinada por cuatro territorios indígenas que tienen afinidad cultural, ecosistémica y política, situados en inmediaciones de los ríos Mirití, Apaporis, Pirá y Tiquié, en pleno corazón geográfico del Macroterritorio.

Esta estrategia condujo a lo que hemos denominado «Instancia de Coordinación de los Gobiernos Indígenas del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí», cuya forma de trabajo es concretar los objetivos comunes de los Gobiernos Indígenas de estos cuatro territorios. A saber: 

  • Fortalecer y posicionar los sistemas de conocimiento como elemento central para garantizar nuestra pervivencia física y cultural, así como la integridad territorial.
  • Promover y visibilizar los sistemas propios de gobierno, de ordenamiento territorial y la afinidad cultural en el relacionamiento con el resto del Estado y la sociedad.
• Implementar estrategias y acciones orientadas desde los Gobiernos Indígenas con el fin de que el resto del Estado reconozca, garantice, respete, proteja, valore y promueva nuestros sistemas de conocimiento y nuestra manera de manejar y gobernar el territorio para la integridad de la Amazonía.
• Facilitar e impulsar la consolidación de los Territorios Indígenas del Macroterritorio como Entidades Territoriales y su lugar institucional en el contexto local, nacional, regional y global.
• Impulsar la formalización de las Entidades Territoriales Indígenas, apoyar la implementación de la política territorial contenida en los Planes de Vida y promover la sostenibilidad financiera.
• Gestionar estrategias y mecanismos para fortalecer la implementación de los programas y procesos de los Territorios de acuerdo con los Planes de Vida.
• Promover estrategias y acuerdos para incidir en las políticas locales, nacionales, regionales e internacionales desde una acción conjunta.
• Fortalecer la gobernabilidad indígena del Macroterritorio a través de procesos de coordinación y cooperación con otros gobiernos indígenas, con otras instancias del Estado y otros actores tales como organismos internacionales.
• Contribuir al proceso de fortalecimiento político, cultural e institucional de los Gobiernos Indígenas del Macroterritorio.
• Promover y facilitar el ejercicio, la protección y la efectividad de los derechos políticos, sociales, económicos, culturales y territoriales de los pueblos y comunidades indígenas del Macroterritorio como instancia de coordinación.

La Instancia de Coordinación fue formalizada en marzo de 2024, en su primera sesión, luego de nueve encuentros macroterritoriales realizados desde 2017 con el acompañamiento de la Fundación Gaia Amazonas.

Organigrama

La Instancia de Coordinación de los Gobiernos Indígenas del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí se constituye como un gran acuerdo político y cultural entre las Entidades Territoriales Indígenas de Mirití Paraná, Yaigojé Apaporis, Pirá Paraná y Río Tiquié, en calidad de autoridades públicas, para su gestión y coordinación político-administrativa, la incidencia conjunta en pos del fortalecimiento de la integridad cultural y territorial y la protección de la vida, así como la materialización de los objetivos comunes fundamentados en los planes de vida de cada uno de estos cuatro territorios.

Esta Instancia opera a partir de mandatos, principios y lineamientos determinados por los Consejos Indígenas, organismos de gobierno de las Entidades Territoriales Indígenas. Estos han facultado a la Instancia de Coordinación para crear instituciones o formas de representación con el fin de implementar acciones relacionadas con su objeto y razón de ser. Por esta razón, la Instancia cuenta con un Esquema Asociativo Territorial y una Unidad Administrativa.

El Esquema Asociativo de Territorios Indígenas es una figura jurídica de derecho público de carácter especial, que le permite a la Instancia suscribir y ejecutar programas, proyectos, convenios y contratos con entidades públicas y privadas del orden territorial, nacional, regional y global. La representación legal del Esquema se la turnan los cuatro representantes legales de las entidades territoriales que lo conforman.

El Esquema Asociativo de Territorios Indígenas dispone de un Sistema de Información para la Gestión Territorial Indígena (SIGETI). Este sistema nace como una respuesta a la necesidad de hacer seguimiento a los acuerdos culturales de manejo establecidos entre territorios y comuidades, así como de informar la toma de decisiones de las Entidades Territoriales Indígenas y ejercer soberanìa sobre la informaciòn de las mismas. A su vez, su arquitectura es fruto del diálogo intecultural entre sistemas de conocimiento.

Por su parte, la Unidad Administrativa, en tanto instrumento de apoyo a la gestión, pone en marcha las decisiones de la Instancia de Coordinación. Está sustentada por nuestra Estrategia Diversificada de Sostenibilidad Financiera, de acuerdo con los lineamientos de nuestros planes de vida. Y está dotada con políticas operacionales para la programación, ejecución, monitoreo, reporte y rendición de cuentas que satisfacen estándares de gestión administrativa y financiera.

Contribuciones del Macroterritorio al Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal y su expresión en el Plan Nacional de Acción en Biodiversidad

El ejercicio de gobierno y administración de las Entidades Territoriales Indígenas que conforman la Instancia de Coordinación del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí es, en sí mismo, una manifestación integral y holística de lo que la sociedad entiende como «Paz con la naturaleza». Y marca la ruta hacia el cumplimiento de los objetivos y las metas del Marco Global de Biodiversidad y el Plan de Acción en Biodiversidad.

En los Gobiernos Indígenas que integran la Instancia de Coordinación del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí adelantamos ejercicios efectivos de gestión territorial y ambiental para la salvaguardia de la conectividad biocultural, a escala local, nacional y regional. Lo anterior se manifiesta en:
El mantenimiento de la conectividad ecosistémica y de corredores genéticos para especies de rangos amplios de movimiento:

En sus ocho millones de hectáreas, el Macroterritorio conecta áreas pertenecientes a las dos mayores cuencas hidrográficas del Amazonas: el Caquetá-Japurá y el Vaupés o Río Negro. Esta conectividad comprende selvas de transición entre la Guyana y la Amazonía propiamente dichas. Esto es clave para la migración de peces desde el oceáno Atlántico, como los grandes bagres. Por su heterogeneidad de ecosistemas, es hábitat para especies de sabana, de serranías, de cananguchales y de selvas inundables. Esto posibilita la presencia de especies de rangos amplios de distribución y crea condiciones favorables para que aves migratorias —acuáticas o playeras y rapaces— usen esta región como estación de descanso en su viaje.  

En general, las especies de alta movilidad que habitan en ecosistemas principalmente terrestres de la Amazonía, aunque también parcial o temporalmente inundables, se caracterizan porque son animales más grandes que sus parientes y se encuentran en las partes más altas de las cadenas alimenticias. También se caracterizan porque, por su tamaño y composición en grupos, requieren de amplias áreas para alimentarse según la temporada. Entre los animales de más amplia movilidad que hay en el Macroterritorio están los felinos como el jaguar y los tigrillos; monos como los churucos, el mono araña y los maiceros; aves como el águila arpía y varias clases de chulos. Entre los terrestres de menor tamaño está el cerdo de monte o zaino. La mayoría de ellos, según las listas de UICN, se encuentran en alguna clase de peligro.

Los ejercicios de autoridad, que expresamos en el ordenamiento territorial y manejo ambiental, están articulados con la gestión de las áreas protegidas circunvecinas en las cuales ya se han hecho acuerdos de coordinación y/o colindancia. Lo que consolida un corredor de conectividad biocultural de 6,6 millones de hectáreas.

El mantenimiento del ciclo hídrico para la regulación del clima:
En el Macroterritorio conservamos la cobertura boscosa en el 96% de su extensión. Esta cantidad de selva se une a los miles de millones de árboles de toda la cuenca amazónica para alimentar los grandes flujos de agua en estado gaseoso conocidos como «ríos voladores». Estos flujos generan lluvias en recorridos de más de 3.000 kilómetros de distancia y se vuelven fundamentales para el ciclo hidrológico de Suramérica porque nutren los ecosistemas de los Andes, regiones de Brasil, Uruguay y Argentina.
El depósito de carbono
en el Macroterritorio los bosques son robustos y muy poco intervenidos. Almacenan alrededor de 840 millones de toneladas de carbono en su biomasa aérea.
La conservación y potenciación de la agro-biodiversidad:
cada uno de nuestros pueblos indígenas cultiva, por lo menos, 19 variedades de yuca brava y 48 de yuca dulce, 15 variedades de ají, 4 de plátano, 6 de piña; además, cultiva ñame, batata, dutu, bore, naria, entre otros tubérculos locales. Cultivos como la caña, papaya, árboles frutales, coca, tabaco y especies medicinales también son representativos. La dieta hiperdiversa es abundante y sostenible todo el año; depende de la estacionalidad. Está sustentada en aproximadamente 104 especies cultivadas, 46 especies de peces y, al menos, 9 de fauna cinegética, más una impresionante variedad de hongos, insectos y bayas.

Los Territorios Indígenas del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí son un ejemplo vivo, histórico y verificable del impacto de largo plazo que tiene el reconocimiento y la materialización de los derechos territoriales de los pueblos indígenas en la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, y en la distribución de beneficios que procuran la sostenibilidad de la vida. Estos Territorios contribuyen de manera significativa y de variadas maneras a las metas del Marco Global de Biodiversidad y a su expresión nacional a través de:
Prácticas ejemplares de ordenamiento y manejo:
Nuestras prácticas culturales de ordenamiento y manejo no responden a límites político-administrativos. Sus referentes son sitios sagrados que funcionan como lugares de conocimiento que permiten mantener o restablecer el orden, protegiendo la vida y el territorio.
¿Cómo comprendemos el manejo cultural?

El manejo hace referencia a las diferentes acciones, restricciones y prácticas con las cuales procuramos respetar, cumplir, alcanzar un orden o restablecer el equilibrio del territorio. Su finalidad es garantizar la administración del territorio y sus recursos. 

El manejo es una responsabilidad de nuestros sabedores tradicionales. Implica la negociación e intercambio constantes con los dueños espirituales del territorio y de las épocas referidas en el calendario cultural ecológico. Está, principalmente, en el conocimiento de las historias de origen y es una función central de la gestión ambiental del territorio.

La gestión y manejo integrado de nuestro Macroterritorio se manifiestan en:
Sistemas de sitios sagrados y rituales asociados sobre los cuales se soporta el manejo mancomunado del territorio.
Sistemas alimentarios propios sustentados en el uso y conservación de la biodiversidad.
Sistema de manejo del territorio a partir de los calendarios ecológicos culturales.
La relación de todos estos sistemas entre sí.
Prácticas de autoridad ambiental
La autoridad ambiental se concreta en instrumentos y acciones. En los cuatro territorios que hacen parte del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí contamos, desde hace unas dos décadas, con nuestros planes de manejo ambiental.
Pirá Paraná
En el caso del Pirá Paraná este plan se articula con su Plan Especial de Salvaguardia, en el marco de una estrategia de fortalecimiento cultural.
Yaigojé Apaporis
En Yaigojé Apaporis, el plan de manejo ambiental lo hemos vinculado a los acuerdos con Parques Nacionales Naturales para la coordinación de la función pública ambiental.

Mirití y Tiquié

En cuanto a Mirití, consolidamos lo que ahora constituye nuestro sistema de ordenamiento territorial y ambiental, dentro del cual lo alimentario como sistema juega un papel importante; lo mismo que en Tiquié.

Nuestro carácter de autoridad pública y ambiental ha sido reconocido en la Constitución Política de 1991 y en los desarrollos jurisprudenciales de la Corte Constitucional. 

Los cuatro territorios tenemos, además, unas estrategias de monitoreo en desarrollo. De manera que el ejercicio de autoridad ambiental no se puede entender solo hacia afuera, sino que debe entenderse también como ese vínculo práctico o material entre nuestros sistemas de conocimiento y la manera como hoy en día garantizamos la integridad de esos ecosistemas.

Prácticas de monitoreo

En los últimos años, en nuestros Territorios Indígenas hemos hecho esfuerzos de monitoreo biocultural basados en nuestra noción de «buen vivir». En este ejercicio, hombres y mujeres se han reunido para observar y reflexionar sobre los temas de interés acerca del bienestar de las comunidades y el entorno.

Además de servir como un mecanismo de seguimiento, este monitoreo se configura como una herramienta de defensa y protección territorial, fundamentada en nuestros propios sistemas de conocimiento. Reconoce la importancia de las voces y valores indígenas en la gobernanza y el manejo del territorio, y busca em poderar y fortalecer el derecho a la autodeterminación, así como potenciar las capacidades para el diálogo intercultural. 

En cada uno de nuestros territorios hemos abordado temas que consideramos de interés y prioridad, hemos formulado preguntas guía para su análisis y hemos diseñado herramientas para recopilar y evaluar la información obtenida. Hasta ahora, uno de los temas que nos ha generado mayor interés es la relevancia de los Sistemas Alimentarios Propios. Estos sistemas abarcan el buen manejo de todo lo que nos rodea: las chagras, sitios sagrados, ríos, selvas, animales y seres espirituales, los cuales dependen del mantenimiento de la energía vital que circula en el entorno.

Un ejemplo de esta dinámica es el monitoreo de las chagras y el de los sitios silvestres de recolección. En estos espacios, las acciones de recolección y análisis de información han propiciado reflexiones sobre los acuerdos de uso y manejo relacionados con los alimentos y los recursos.

Monitoreo para el seguimiento de los acuerdos de uso y manejo de los sitios silvestres de recolección
Los Territorios Indígenas del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí son un ejemplo vivo, histórico y verificable del impacto de largo plazo que tiene el reconocimiento y la materialización de los derechos territoriales de los pueblos indígenas en la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, y en la distribución de beneficios que procuran la sostenibilidad de la vida. Estos Territorios contribuyen de manera significativa y de variadas maneras a las metas del Marco Global de Biodiversidad y a su expresión nacional a través de:
¿Qué se monitorea?

– El estado ambiental del Sistema de Sitios Sagrados, que tienen prohibición total de uso.
– El respeto a las normas del Sistema de Sitios Sagrados de Reproducción de Peces que tienen restricción total de uso.
– El cumplimiento de las reglas de uso y manejo de los lugares donde se realizan actividades de cacería y pesca.
– El cumplimiento de los acuerdos de manejo de las subiendas de peces.
– Las reglas de uso y manejo de los lugares de recolección de alimentos y materias primas del bosque.
– La realización de las curaciones y prevenciones necesarias para cada época por parte de los tradicionales.
– El cumplimiento de los procedimientos culturales para la captura, recolección y consumo de los alimentos silvestres.

¿Cuándo se realiza el monitoreo?
El monitoreo depende de las épocas climáticas reguladas en los calendarios ecológicos culturales. A cada época le corresponden manifestaciones naturales y eventos biológicos específicos de los que dependen la subsistencia y el bienestar. Por ejemplo: las subiendas de peces en los grandes ríos ocurren en épocas de creciente; la fructificación de palmas silvestres, en temporadas de lluvias; y la escasez de peces en los caños y afluentes, en época de verano. Las dinámicas ecológicas determinan y posibilitan las actividades de monitoreo.
Monitoreo para el seguimiento de los acuerdos para el buen manejo de las chagras
¿Qué se monitorea?

– Los acuerdos culturales de manejo de la chagra, es decir, las medidas y compromisos en relación con las curaciones y prevenciones necesarias para cada fase del sistema de chagra.
– Disponibilidad de alimento suficiente: para la familia, para aportar a actividades comunitarias y para vender.
– Disponibilidad de suelos de acuerdo al tipo de suelos donde están ubicadas las chagras de rastrojo y de monte firme.
– Distancia de la casa a las chagras.
– Semillas principales de yuca y tipos de cultivo en chagra de rastrojo y de monte firme; duración de los cultivos en rastrojo y monte firme.
– Afectaciones por animales en la chagra de rastrojo y de monte firme. 
– Afectaciones por cambio climático: verano suficiente para quemar, invierno, inundaciones que afectan los cultivos.
– Trabajo colaborativo y transmisión del conocimiento: quiénes participan en las distintas fases de la chagra, qué es importante que las y los hijos y nietas aprendan del trabajo de la chagra; cómo solucionan si no cuentan con trabajo colaborativo.

La continuidad y sostenibilidad de las contribuciones a los objetivos del Marco Global de Biodiversidad Kumming-Montreal dependen de la sostenibilidad de nuestros sistemas de conocimiento y gobierno y de nuestra pervivencia como sujeto colectivo, como pueblos indígenas en unidad con nuestros territorios. Es decir, de la materialización efectiva de los derechos a la libre determinación, autoreconocimiento, autoidentificación y gobierno propio, como también de la seguridad jurídica y material sobre nuestros territorios.

Sólo con un enfoque integral de reconocimiento como Entidades Territoriales Indígenas y de los derechos de nuestros Gobiernos Indígenas es posible la plena expresión de la personalidad y la función biocultural de los Territorios Indígenas, la sostenibilidad de la conectividad en escalas territoriales más amplias y la continuidad del aporte de los Territorios a las metas de conservación, restauración, desarrollo con planificación espacial y acción frente a la crisis climática.

Nosotros, los Gobiernos Indígenas del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí,
hacemos un firme llamado a:

Los pueblos y Gobiernos Indígenas, tanto a nivel nacional como internacional, para que unamos nuestras fuerzas en la defensa y promoción de nuestros sistemas de conocimiento como eje de la gestión integral de los territorios para hacer frente a la pérdida de biodiversidad y a la alteración de los sistemas de soporte de la vida. E invitamos a otros Pueblos Indígenas de la cuenca amazónica a tejer y articular acciones que propendan a la curación y manejo del mundo, desde los conocimientos propios de cada pueblo, de modo que la complementariedad entre ellos sea la base de la conectividad que procura la salud del territorio en su integridad.

Al gobierno nacional a avanzar -con un sentido de progresividad y en un marco de pluralismo y diversidad- en la formalización de las Entidades Territoriales Indígenas y en la adecuación de las instituciones y de los marcos de política pública para hacer efectivo el ejercicio de la autonomía política, administrativa y financiera, y su participación en la conducción de los asuntos de interés general. A garantizar las transferencias requeridas para la sostenibilidad fiscal de las Entidades Territoriales Indígenas y la efectiva implementación de las políticas territoriales y las estrategias definidas en nuestros Planes de Vida para garantizar la pervivencia de los sistemas de conocimiento, la integridad de los territorios y la conectividad sociocultural y ecosistémica a escala regional. A reconocer plenamente la Instancia de Coordinación del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí como espacio político de diálogo intercultural y coordinación directa con los Gobiernos Indígenas que la integran.

A los organismos de cooperación internacional, organizaciones de la sociedad civil y sociedad en general a reconocer e impulsar los sistemas de conocimiento de nuestros pueblos, en tanto soporte de los sistemas de vida en el planeta. A materializar y profundizar las condiciones para la implementación efectiva del Marco Global de Biodiversidad y, en particular, aquellas relativas a la manera de abordar la contribución y los derechos de los pueblos indígenas. A conocer y acoger una estrategia innovadora de gestión y trazabilidad de los recursos financieros que respalda la consolidación del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí y aporta alternativas a las discusiones sobre la financiación directa a pueblos indígenas para la protección de la biodiversidad a 2030. A contribuir con la responsabilidad colectiva que implica el cuidado de la vida en su diversidad.

Nosotros, los Gobiernos Indígenas del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí, hacemos un firme llamado a todos los pueblos y Gobiernos Indígenas, tanto a nivel nacional como internacional, para que unamos nuestras fuerzas en la defensa y promoción de nuestros sistemas de conocimiento como eje de la gestión integral para hacer frente a la pérdida de biodiversidad y a la alteración de los sistemas de soporte de la vida. 

⁠Invitamos a otros Pueblos Indígenas de la cuenca amazónica a tejer y articular acciones que propendan a la curación y manejo del mundo, desde los sistemas de conocimiento propios de cada pueblo, de modo que la complementariedad entre ellos sea la base de la conectividad que procura la salud del territorio en su integridad.

⁠Hacemos un llamado a la sociedad en general a conocer y reconocer los sistemas de conocimiento de los pueblos indígenas en tanto soporte de los sistemas de vida en el planeta.

Instamos al Gobierno Nacional a avanzar —con un sentido de progresividad y en un marco de pluralismo y diversidad— en la formalización de las Entidades Territoriales Indígenas y en la adecuación de las instituciones y de los marcos de política pública para hacer efectivo el ejercicio de la autonomía política, administrativa y financiera, y su participación en la conducción de los asuntos de interés general.

Como expresión de la decisión política plasmada en el Plan Nacional de Desarrollo «Colombia, potencia de la vida», el Gobierno nacional debe garantizar las condiciones necesarias para el debido cumplimiento de la meta correspondiente al acuerdo 32, establecido con la Mesa Regional Amazónica.

Convocamos a las autoridades públicas a avanzar en el diálogo intercultural que nos debe conducir a la adecuación institucional —acordando qué instituciones permanecen, qué instituciones se deben adecuar y qué nuevas instituciones es necesario acoger— y a la coordinación efectiva, en un marco de corresponsabilidad y complementariedad que se propone la sostenibilidad de la vida.

Invitamos a las organizaciones indígenas nacionales a acompañar los escenarios de diálogo intercultural para garantizar el cumplimiento de los acuerdos, sin comprometer el diálogo directo de los Consejos Indígenas con el Gobierno Nacional.
A lo largo de su historia y por medio de sus prácticas culturales, los pueblos indígenas del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí han conservado mucho mejor las coberturas naturales de su tierra que el resto de los pueblos indígenas de la Amazonía. Mientras en el Macroterritorio la tasa de cambio anual es de 230 hectáreas por cada millón, en el resto de la Amazonía es de 480 por cada millón. En regiones sin reconocimiento de derechos territoriales colectivos para pueblos indígenas, el promedio de la tasa de cambio anual es de 1.400 hectáreas por cada millón.

Al Estado y al movimiento indígena les llamamos a reconocer plenamente nuestra Instancia de Coordinación como espacio político de diálogo intercultural y coordinación directa con los Gobiernos Indígenas que la componen.

A los estados nacionales, los organismos de cooperación y las organizaciones de la sociedad civil les invitamos a conocer una estrategia innovadora de gestión y trazabilidad de los recursos financieros que respalda la consolidación del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí y aporta alternativas a las discusiones sobre la financiación directa a pueblos indígenas para la protección de la biodiversidad a 2030.

⁠ ⁠Instamos al Gobierno nacional a garantizar las transferencias requeridas para la sostenibilidad fiscal de las cuatro Entidades Territoriales Indígenas que conforman la Instancia de Coordinación del Macroterritorio de los Jaguares del Yuruparí

La Instancia de Coordinación de los Gobiernos Indígenas del Macroterritorio de los Jaguares del Yuruparí convoca al gobierno nacional, a los organismos de cooperación internacional, a las organizaciones de la sociedad civil y a las distintas partes interesadas a acoger, materializar y profundizar las condiciones para la implementación efectiva del Marco Global de Biodiversidad y, en particular, aquellas relativas a la contribución y los derechos de los pueblos indígenas, de modo que:
A) Haya progresividad —como principio constitucional— en la materialización de los derechos de los pueblos indígenas.
B) Se adelanten las adecuaciones institucionales necesarias para dar cabida a la pluralidad y diversidad en los sistemas de conocimiento.
C) Se actúe de manera integral e integrada sobre el conjunto de presiones y amenazas de distinto orden que vulneran los derechos territoriales.
D) Se avance en la cooperación y la coordinación requeridas para consolidar la sostenibilidad fiscal y financiera de las Entidades Territoriales Indígenas. 
Solo así se potenciará el impacto acumulativo y sinérgico de la contribución de los Gobiernos Indígenas del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí a la sostenibilidad de la vida. 

Corresponde al Gobierno nacional hacer efectiva la financiación accesible y equitativa de las políticas territoriales y de las estrategias definidas por las Entidades Territoriales Indígenas en los Planes de Vida para garantizar la pervivencia de los sistemas de conocimiento, la integridad de los territorios y la conectividad sociocultural y ecosistémica a escala regional.

⁠La Instancia de Coordinación del Macroterritorio de los Jaguares de Yuruparí convoca al Gobierno nacional y a la cooperación internacional a apoyar la consolidación del sistema de información propio para la gestión de los territorios indígenas y a hacer efectiva la complementariedad de éste con los sistemas de información y estadística del orden nacional y global.

Convocamos a las demás Entidades Territoriales Indígenas a la implementación conjunta y coordinada de los planes de ordenamiento y manejo, asegurando el buen vivir y la protección del territorio.

Hacemos un llamado a la sociedad en general para contribuir con esta responsabilidad colectiva que es el cuidado de la vida en su diversidad.

Los inventarios preliminares evidencian que solo en Yaigojé Apaporis hay, al menos, 1.683 especies de plantas vasculares de las cuales: 17 se restringen solo al área protegida, 52 son nuevos registros para el país, 12 son nuevas para la ciencia y 33 especies son endémicas de Colombia. 

Los registros de fauna reportan de manera preliminar
un mínimo de 79 especies de reptiles y 73 especies de anfibios, 201 especies de peces, aproximadamente 400 especies de mariposas y varias especies de mamíferos que no habían sido reportadas para el país y no se encontraban registradas en otras áreas protegidas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (UAESPNN, 2009).

Ver REM 2018

Hay reporte preliminar de 362 especies de aves, entre las que destacan ocho especies migratorias. Del hemisferio norte: Ictinia mississippiensis, Chordeiles minor, Petrochelidon pyrrhonota, Dendroica petechia, Catahrus ustulatus y Actitis macularia. Y del hemisferio sur: Tirannus savana y Progne modesta. (Stiles, 2009; Dia Macuna et al, 2008).
Claro ejemplo de esto es el Yaigogé-Apaporis, que ha sido un referente importante de construcción de estrategias ambientales y de modelos de comanejo de un área protegida que es a la vez Territorio Indígena y Parque Nacional Natural. A esto se suman el acuerdo de colindancia entre las autoridades ambientales del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete y el Gobierno Indígena del Mirití; los acuerdos de uso y manejo de los recursos naturales entre los Gobiernos Indígenas del Mirití y Cahuinarí —este último en traslape con el Parque Nacional Natural Cahuinarí—, y los acuerdos entre el Territorio Indígena y Parque Yaigojé-Apaporis y el Gobierno Indígena del Bajo Caquetá.

La Corte Constitucional, en su primera sentencia sobre créditos de carbono, reconoció que los Gobiernos Indígenas tienen el carácter de autoridad pública y ambiental.

Mediante la sentencia T-248 de 2024, la Corte Constitucional ampara nuestros derechos fundamentales, como pueblos indígenas, a la libre determinación, autonomía, autogobierno, territorio, identidad, integridad física y cultural, y consentimiento libre, previo e informado. Derechos que fueron vulnerados por un proyecto de créditos de carbono formulado, desarrollado y comercializado en el Territorio del Pirá Paraná, sin el consentimiento del Consejo Indígena que es nuestra máxima instancia de gobierno y órgano de decisión. 

La Corte Constitucional reconoce, entre otros aspectos, el carácter de gobierno de nuestros pueblos en nuestros territorios, de acuerdo con nuestras estructuras, incluido nuestro carácter de autoridad ambiental en el uso y manejo del suelo. Y nos invita a que seamos quienes decidamos si queremos proyectos de créditos de carbono y a que definamos las condiciones que los hacen viables, en caso de aceptarlos.

Este fallo da respuesta a una tutela que presentamos desde el Territorio del Pirá Paraná. Y en dicha respuesta la Corte aplicó criterios de altos estándares que pueden acoger a todos los pueblos indígenas del país.

La Corte Constitucional, en su primera sentencia sobre créditos de carbono, reconoció que los Gobiernos Indígenas tienen el carácter de autoridad pública y ambiental.

Mediante la sentencia T-248 de 2024, la Corte Constitucional ampara nuestros derechos fundamentales, como pueblos indígenas, a la libre determinación, autonomía, autogobierno, territorio, identidad, integridad física y cultural, y consentimiento libre, previo e informado. Derechos que fueron vulnerados por un proyecto de créditos de carbono formulado, desarrollado y comercializado en el Territorio del Pirá Paraná, sin el consentimiento del Consejo Indígena que es nuestra máxima instancia de gobierno y órgano de decisión. 

La Corte Constitucional reconoce, entre otros aspectos, el carácter de gobierno de nuestros pueblos en nuestros territorios, de acuerdo con nuestras estructuras, incluido nuestro carácter de autoridad ambiental en el uso y manejo del suelo. Y nos invita a que seamos quienes decidamos si queremos proyectos de créditos de carbono y a que definamos las condiciones que los hacen viables, en caso de aceptarlos.

Este fallo da respuesta a una tutela que presentamos desde el Territorio del Pirá Paraná. Y en dicha respuesta la Corte aplicó criterios de altos estándares que pueden acoger a todos los pueblos indígenas del país.